Ubuntu 13.04 Raring Ringtail es la última versión de Ubuntu, lanzada este mismo mediodía. Yo no he podido aguantar el hype y ya lo tengo instalado. Como ya hice con la versión 12.04, cuyo post está aquí, y cuyos pasos de instalación son aplicables también a los de 12.10. Para saber todo sobre su instalación, paso a paso, sigue leyendo.
Antes que nada, debo aclarar una cosa. Si aún no has instalado nunca un sistema operativo, y menos aún GNU/Linux, sería conveniente leer toda la guía primero, y luego comenzar, ya que así evitamos sustos e intentar arreglos imposibles. La instalación en sí de Ubuntu es siempre, en todas sus versiones, bastante sencilla, ya que ofrecen una interfaz gráfica y un menú bastante intuitivos. Aun así, en el tema de las particiones es donde pueden surgir los problemas. Como siempre, antes de empezar, es imprescindible realizar una copia de seguridad todos nuestros datos si queremos conservarlos. Comenzamos.
Descarga Ubuntu
Primero que nada, lo más importante para poder instalar Ubuntu: descargarlo. Podemos descargar desde la página oficial de descarga de Ubuntu y elegir la versión 13.04 (en 32 bits o en 64 bits), o bien desde el índice de descargas de Ubuntu. Para la versión de 32 bits, el archivo ISO tendrá en su nombre "i386"; y para la versión de 64 bits, "amd64". Es muy importante que si tu PC gestiona los sistemas operativos con UEFI, o si traía instalado Windows 8, selecciones la versión de 64 bits. Además podremos elegir las versiones desktop, server y alternate, aunque si eres un usuario normal de ordenador, debes elegir la opción desktop. Además, contamos con numerosos "sabores", como Kubuntu (Ubuntu con entorno de escritorio KDE), Xubuntu (Ubuntu con XFCE), Ubuntu-Gnome (Ubuntu con GNOME-Shell y GNOME Classic)... todos ellos disponibles desde el propio índice de descargas de Ubuntu.
Además, a partir de esta versión no LTS, solo dispondremos de soporte durante 9 meses, a diferencia de las antiguas versiones no LTS que contaban con 18 meses de soporte. Aún así, Ubuntu mantendrá el soporte para las versiones LTS de 5 años. Este nuevo plazo de soporte puede echar atrás a más de un usuario, pero cualquier usuario de Ubuntu que mantenga su sistema actualizado, seguro que no tendrá inconvenientes.
En este caso, aprovechando que se ha unido a la familia de Ubuntu, yo voy a instalar Ubuntu-Gnome 13.04, que viene junto a mi entorno de escritorio preferido, pero también añadiré capturas de la instalación estándar de Ubuntu 13.04 con Unity.
Además, a partir de esta versión no LTS, solo dispondremos de soporte durante 9 meses, a diferencia de las antiguas versiones no LTS que contaban con 18 meses de soporte. Aún así, Ubuntu mantendrá el soporte para las versiones LTS de 5 años. Este nuevo plazo de soporte puede echar atrás a más de un usuario, pero cualquier usuario de Ubuntu que mantenga su sistema actualizado, seguro que no tendrá inconvenientes.
En este caso, aprovechando que se ha unido a la familia de Ubuntu, yo voy a instalar Ubuntu-Gnome 13.04, que viene junto a mi entorno de escritorio preferido, pero también añadiré capturas de la instalación estándar de Ubuntu 13.04 con Unity.
Grabar Ubuntu
Tendremos que grabar Ubuntu en un CD o en un pendrive USB. Si no quieres gastar CDs y aun no sabes como grabar Ubuntu en un pendrive USB, lee esta guía.
Instalación de Ubuntu
Para poder acceder a nuestro LiveCD o USB booteable, debemos configurar la BIOS para ello, y acceder al medio donde esté la instalación de Ubuntu. Ya que es distinto en casi toda placa, y raro es encontrar dos menús de BIOS exactamente idénticos, si no tienes mucha idea, siempre puedes buscar en Google información sobre la configuración de tu BIOS. Aún así, casi todas suelen tener un apartado "común", aunque no se llame igual en todas, donde elegir las Boot options o Boot order. Es ahí donde encontraremos enumerados los dispositivos (discos duros, lectores de CDs/DVDs, pendrives USB...), y podremos cambiar el orden.
Una vez cambiado el orden y ejecutado Ubuntu, nos encontraremos con que la instalación de Ubuntu sigue el sistema LiveCD, por lo que podemos probarlo antes de instalarlo.
Una vez decidamos instalarlo, en la primera pantalla de instalación, nos preguntará nuestro idioma.
Una vez cambiado el orden y ejecutado Ubuntu, nos encontraremos con que la instalación de Ubuntu sigue el sistema LiveCD, por lo que podemos probarlo antes de instalarlo.
Una vez decidamos instalarlo, en la primera pantalla de instalación, nos preguntará nuestro idioma.
La siguiente pantalla es la preparación de la instalación de Ubuntu, donde nos pregunta si deseamos descargar actualizaciones mientras Ubuntu se instala (recomiendo encarecidamente marcar esta opción si se dispone de red Ethernet o Wifi), y si deseamos software de terceros, como el complemento de codecs mp3, por ejemplo.
Esto es un poco a gusto de cada uno. Aún así, se que yo recomiendo instalar las actualizaciones, pero es más seguro instalar sin descargar ninguno de los dos, por si acaso hay algún error en los servidores de Ubuntu (no se recomienda marcar las actualizaciones especialmente cuando acaba de salir una nueva versión, pues la cosa se puede volver un poco lenta e insegura) o si no tenemos buena conexión. A continuación, elegimos el tipo de instalación.
Aunque en las imágenes no aparecerán todas, Ubuntu nos proporciona aquí varias opciones:
Instalar Ubuntu junto a "otro sistema": Nos permitirá redimensionar las particiones de nuestro disco duro para instalar Ubuntu junto a otro sistema operativo. Es importante desfragmentar las particiones de sistemas ya existentes (sobre todo las NTFS de Windows) antes de redimensionarlas.
Eliminar versión anterior de Ubuntu y reinstalar: Se eliminará la versión de Ubuntu que tengamos instalada, por ejemplo la 12.10, junto con todos sus archivos de configuración. Es la manera de hacer una actualización limpia de Ubuntu, pues mantendrá las particiones tal y como estén.
Actualizar versión anterior de Ubuntu a Ubuntu 13.04: Con esta opción, mantendremos todos nuestros archivos, programas, ficheros de configuración y demás. La diferencia será que se instalará Ubuntu 13.04 en el lugar que ocupaba nuestra antigua versión, dejando solo las configuraciones del usuario y los programas.
Borrar disco e instalar Ubuntu: Esta opción formateará por completo nuestro disco duro, e instalará a continuación Ubuntu, ocupando todo el disco duro. Solo si estamos seguros de utilizar únicamente Ubuntu, sin otro sistema, debemos elegir esta opción. Además, la nueva versión de Ubuntu nos permite cifrar la instalación de Ubuntu y utilizar el gestor de volúmenes lógicos, para poder tomar instantáneas del sistema (copias) y redimensionar las particiones más fácilmente.
Más opciones: Esta es la opción más completa, que nos permite realizar una instalación completamente personalizada. Antes de seguir, voy a explicar varios conceptos importantes para que se pueda entender todo sobre esta última opción.
Para el que aún no lo sepa, una partición es una división o "parte" del disco duro, y particionarlo es crear esas divisiones. De este modo, si modificamos una partición, las demás quedarán intactas, con sus datos intactos (si no las modificamos a la vez, claro).
Según nuestro tipo de placa base o madre, hay variaciones en cuanto a las particiones posibles.
Placa gestionada por BIOS: Hay 4 particiones básicas posibles llamadas primarias, permitiendo crear particiones extendidas para dentro de ellas crear particiones lógicas.
Placa gestionada por EFI: Hasta 128 particiones primarias son posibles, sin haber necesidad de particiones extendidas (además de que el propio sistema nos lanzará un error si las creamos) ni lógicas.
Además, todas estas particiones tendrán un formato o sistema de archivos. Los más comunes son:
-fat32 o vfat: Sistema de archivos tradicional de MS-DOS. Se utilizaba en las primeras versiones de Windows y todavía se puede ver en pendrives USB o tarjetas de memoria SD (o derivadas).
-ntfs: Sistema de archivos utilizado actualmente por Windows. Más estable que fat32, pero con mucha más fragmentación (deja los datos más "desperdigados" por la memoria).
-ext2: Tipo de sistema de archivos utilizado hasta no hace mucho por Linux. Se podría decir que casi carece de fragmentación, haciéndolo un sistema muy eficiente, pero bastante lento al manejar archivos muy pesados.
-ext3: Básicamente es ext2 mejorado, consiguiendo mayor velocidad de manejo de archivos. Además, consta de prevención frente a la perdida de datos. Es utilizado en algunos smartphones.
-ext4: El actual sistema de archivos utilizado por Linux, y el que utilizará Ubuntu por defecto.
-swap: En todos los sistemas Linux es necesaria una partición con este formato, necesaria para agilizar el manejo de datos entre el disco duro y el procesador, y no sobrecargar así la RAM del sistema.
Como advertí al comienzo, es importante que si tenemos un sistema operativo ya instalado y vamos a dejarlo, desfragmentemos su partición antes de particionar; sobre todo si es una partición de Windows. Además, es conveniente también hacer una copia de seguridad de todos los datos "por si acaso". Como diría mi abuela, más vale prevenir que curar, y la pérdida de datos es algo muy complicado de curar.
El momento del particionado es cosa de cada uno, aunque yo suelo particionar el disco duro dejando lo que será el espacio dedicado para Ubuntu en una sola partición, y luego particionarla durante la instalación. Puedes ver este post para saber como particionar el disco duro desde el propio LiveCD con Gparted.
Procedemos con el particionado desde la instalación. Elegiremos la opción Algo más...
Antes de seguir, como podemos ver, el cargador de arranque (grub) se instala por defecto en /dev/sdb. ¡MAL! Si lo instalamos ahí, lo estamos instalando en el USB. Debemos instalarlo en el disco duro del ordenador, /dev/sda.
Por suerte, si nos equivocamos, podemos una vez terminada la instalación introducir las siguientes líneas en un terminal:
sudo update-grub
... Eliminamos la partición donde vamos a instalar Ubuntu (si es que la hemos creado y no la hemos dejado sin asignar), y creamos una nueva partición que será la raíz (/).
Yo he optado por darle un tamaño de aproximadamente 15 GB (15000 MB, y 20GB en la versión estándar de Ubuntu), pero con 10 GB para un uso normal es más que suficiente. Siguiente partición: swap, al final del disco.
Aquí hay diversidad de opiniones:
Lo más usual es darle como tamaño el doble de RAM que tenga nuestra máquina. Luego si tenemos 1 GB, damos 2 GB para swap. También hay quien dice que a partir del giga de RAM (1 GB), se dará la mitad de swap; por lo que con 2 GB de RAM, pondremos 1 GB de SWAP, siendo suficiente con 2 GB de swap para el sistema a partir de los 4 GB de RAM. Yo siempre asigno 2 GB de swap, puesto que dispongo (al menos en mi ordenador personal) de disco duro suficiente como para hacerlo, y 2 GB no los voy a notar... y con eso, menos sobrecarga para la RAM. Aún así, existe otra opinión más que dice que asignar más de 2GB para swap es desperdiciar espacio en disco, pues la swap es memoria virtual, y siempre va a ser más rápida la RAM que esta memoria virtual.
El motivo de poner la partición swap al final del disco es que, al ser memoria virtual, será más lenta que la RAM. Las particiones más al final del disco, están más hacia afuera en los cilindros del disco duro (caso de discos duros HDD), y por tanto, su acceso es más lento (mayor diámetro). Por tanto, es conveniente tener las particiones del sistema (la raíz /) y de usuario (/home) lo más cerca del principio del disco duro posible, y así, dejar el swap al final del disco.
Continuemos creando la partición /home. A esta le asignaré el espacio restante en disco, para tener más que de sobra para guardar archivos personales y demás...
Podemos ver como quedará nuestro disco duro una vez se hagan las particiones:
Al pulsar "instalar ahora", comenzará la instalación de Ubuntu 13.04... a la vez que vamos configurando ciertos aspectos, como donde vivimos...
...nuestra distribución de teclado (a la vez que la probamos)...
... y quién somos. Aquí nos preguntará nuestro nombre (no es el nombre de usuario), nombre del ordenador, nombre de usuario y la contraseña (la cual se utilizará tanto para el acceso a root, como para el inicio de sesión).
Nos dejará también elegir una foto de perfil.
A partir de aquí, Ubuntu terminará de copiar los datos que falten, instalar los paquetes, y configurarlos. En tan solo unos minutos (unos 15 minutos de media, aunque también depende de la máquina y de cómo de saturados estén los servidores de Ubuntu), habrá terminado la instalación y podremos probar nuestro Ubuntu, el definitivo.
Una vez haya terminado la instalación, reiniciamos el sistema, extraemos el CD/USB e iniciamos Ubuntu... ¡a disfrutar!
Si has llegado hasta aquí, y quieres configurar también tu Ubuntu, sigue leyendo en este otro post para saber qué hacer después de una instalación de Ubuntu 13.04.
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